La Recuperación

Desde el temprano descubrimiento en 1914 de las pinturas y grabados de la cueva de Candamo, éstas han pasado por diferentes vicisitudes de conservación.

La visita indiscriminada y el trato, muchas veces inapropiado, la deficiente instalación de puntos de luz ... hicieron que el temido "mal verde" apareciese. Colonias de helechos, de musgos, de algas azules y de algas verdes se fueron extendiendo, sobre todo, en el Muro de los Grabados.

El microclima interior en lo referente a la temperatura, a la humedad relativa y a las concentraciones de dióxido de carbono se fue alterando hasta lograr niveles preocupantes para la conservación de las pinturas.

En 1980 La Dirección General de Bellas Artes del Ministerio de Cultura decide el cierre de la cueva y se encarga un estudio a los Drs. Fortea Pérez, Hoyos Gómez y Soler Javaloyes conducente a la determinación de las medidas a tomar para el restablecimiento de los valores ambientales de la cueva y la eliminación del "mal verde".

Hasta 1992 la Caverna de La Peña de Candamo permanece cerrada al público y se logra la regresión completa de las poblaciones de musgos, de plántulas de helechos y de algas, gracias a la eliminación de los puntos de luz. Durante el año se abre experimentalmente a un grupo diario de 15 personas durante un mes y en la actualidad solo pueden visitar la cueva 25 personas diarias durante tres meses al año.